Juramento de Hipocrates

En la actualidad las enfermeras sois las que llevan con la frente en alto, la labor noble de estar con los enfermos y sus padecimientos, son las que están soportando el dolor de la familia y del mismo enfermo, están al pie del cañón sois capaces de calmar y hacer más llevadero el sufrimiento. Por desgracia el médico – doctor, ha perdido en general la motivación de llevar a cabo el juramento de manera concreta “Daré siempre mis recetas para bien de los pacientes, según mi ciencia y conciencia, y no dañaré nunca a nadie. Nunca procuraré a nadie un veneno mortal, aunque él me lo pidiera,” en la realidad actual muchos se han vendido por el poder y la riqueza no están exentos los médicos se dejaron tentar y cayeron en la trampa, el poder corrompe y en muchas ocasiones tratando de justificar sus acciones en pro del pueblo, permiten que los intereses de unos cuantos se vean beneficiados. Este es un mal que se debe latente, ha de tenerse en nueva cuenta el origen, de la ayuda al prójimo, del buscar el bienestar en toda medida. Si se olvida el amor primero en cualquier profesión se corre el gran riesgo de amargarse y hacer que se amarguen los que están a nuestro alrededor, pues les contagiamos la apatía y el cansancio que se genera al estar insatisfechos con la realidad y el entorno. En hora buena por las enfermeras que cumplen esta labor con amor y compromiso.